Lidzbark Warminski

Napoleón Bonaparte visitó Polonia en varias ocasiones. El 10 de junio de 1807, los alrededores de Lidzbark se convirtieron en un campo sangriento en la batalla de Heilsberg, considerada una de las mayores y más sangrientas batallas de la época napoleónica en Polonia y preludio de la derrota final del ejército ruso en Friedland. La consecuencia de los últimos días de la coalición antifrancesa fue la firma del tratado de paz en Tylza (7-9 de julio de 1807).

Desde hace más de 10 años se celebra en la ciudad una Batalla de Reconstrucción. La batalla principal está precedida por diversos actos relacionados con la época napoleónica, como: la Feria de los Oficios Moribundos, el Baile de Oficiales, un campamento militar y diversas conferencias temáticas relacionadas con los primeros años del siglo XIX. Todas las atracciones van seguidas de

de los recreadores de varias partes de Europa. Otras personalidades siguen asociadas a la ciudad, como los obispos de Warmia y el gran astrónomo polaco Nicolaus Copernicus, que desarrollaron la ciudad económica y culturalmente. El principal centro de poder y vida de la ciudad, y ahora el monumento más importante, es el Castillo de los Obispos de Warmia.